Ahora que somos muchos los que tenemos que trabajar desde casa es momento de habituarse a la nueva rutina de la mejor manera posible. Los consejos básicos para adaptarse al teletrabajo incluyen marcarse un horario, evitar distracciones y, también, elegir un buen lugar de trabajo dentro del hogar. Aquí van algunas ideas para montar una oficina doméstica.
Una habitación propia o la mesa del comedor
Tener la posibilidad de contar con una habitación como zona de trabajo es la opción ideal. Disponer de un espacio separado del resto de la casa facilita delimitar también el tiempo que se dedica a trabajar y a otras tareas. Si no se tiene esa posibilidad, se puede habilitar la mesa del comedor o de la cocina como oficina temporal.
Buena luz y wifi potente
Contar con buena luz es un factor importante a la hora de elegir la zona de trabajo en casa. Es aconsejable aprovechar al máximo la luz natural, y orientar la mesa de manera que no haya reflejos sobre la pantalla del ordenador. Si se necesita recurrir a un flexo, es mejor que sea de bombilla LED, y orientarlo sobre el teclado o los documentos, no sobre la pantalla. También es fundamental tener una buena recepción de wifi o, incluso, considerar conectarse por cable al router. Si hace falta cambiar de sitio algunos muebles o el propio router, ¡adelante! El objetivo es poder estar lo más cómodos posibles en la nueva oficina temporal.
Una buena silla
El teletrabajo implica, por lo general, pasar muchas horas sentados. Y no todas las sillas son igual de cómodas para todas las personas. Se pueden probar todas las sillas de la casa y decidir la mejor para cada uno. La estética es importante, pero no pasa nada por combinar una mesa con la silla de otra estancia de manera temporal. Para algunos incluso es mejor ir cambiando de asiento a lo largo del día. O trabajar algunas horas de pie, sobre la barra de la cocina o algún mueble auxiliar. El cuerpo de cada de uno pedirá lo que mejor le venga.
Orden y limpieza
Hay que tener a mano lo que se pueda necesitar: el ordenador, libreta y bolis, disco duro… pero no hace falta llenar la mesa de cachivaches que no hagan falta. Ayuda hacer una lista de lo que realmente hace falta y guardar el resto. Cuando más despejada la superficie de trabajo, mejor. Igualmente, es más que recomendable mantener la limpieza de la zona de trabajo y ventilar la estancia a primera hora y a lo largo del día. Al finalizar la jornada laboral debe quedar todo recogido y sin montones de papeles sin organizar. Si, además, hay que usar la mesa para comer o cenar, haz espacio en otro lugar para guardar todo lo necesario para trabajar hasta el día siguiente.
Un toque de color
Aunque pueda parecer contradictorio con el punto anterior, es aconsejable dotar el espacio de trabajo con algún toque de color, una pequeña planta o un objeto familiar. Puede ser una foto, un recuerdo de un viaje o el dibujo de un sobrino que te puedan motivar.