Ahora más que nunca apostar por un tipo de vivienda sostenible adquiere más sentido. Por ello, a la hora de comprar es muy importante pedir información sobre la calidad energética de la vivienda, tanto de sus componentes estructurales como de los sistemas de climatización y producción de agua caliente, y tener en cuenta la calidad de las instalaciones en nuestra decisión de compra.
Preocupación actual y futura
La preocupación por preservar el medio ambiente es cada vez más creciente en la sociedad. “La sociedad está cambiando y la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad se están convirtiendo en un valor prioritario por no decir imprescindible para los ciudadanos, por lo que el comprador del futuro querrá conocer si la vivienda que compra es más o menos sostenible y si tiene posibilidades de mejorar medioambiental y energéticamente”.
Según el IDAE; un buen diseño bioclimático puede conseguir ahorros de hasta el 70% para la climatización e iluminación de un hogar. Así que reducir las necesidades energéticas es un objetivo que tienen presentes, tanto usuario como profesionales de la construcción y del mundo inmobiliario que afirman que “La base para construir o rehabilitar cualquier tipo de edificio es centrando el foco en aprovechar las condiciones naturales del entorno y de los materiales a nuestra disposición, para disminuir en todo lo posible las necesidades energéticas”.
Dos razones de peso: economía y ecología
Las razones del porqué apostar por una vivienda sostenible son diversas. Pero hay dos de peso, por economía y ecología. Es posible continuar avanzando como sociedad provocando un menor impacto ambiental para nosotros y para las generaciones futuras, logrando, a la vez, un mayor ahorro, confort y calidad de vida.
Las inversiones en mejora energética son un factor de revalorización de la propiedad. “Por tanto las disfrutamos ahora, las recuperamos ya, y nos darán beneficios en la venta de nuestra vivienda”.
La sostenibilidad debería valorarse en función de la integración con la sociedad y el entorno. Sin embargo, “cuando hablamos de viviendas sostenibles tendemos a referirnos sólo al ahorro en cuanto a consumo que, al final, afecta únicamente a la climatización del hogar, sin tener en cuenta muchos otros factores y qué impacto supone todo el proceso de construcción desde su inicio”.
De manera que aquello sostenible debería ser entendido como todo lo que no sea dañino para la salud humana, que tenga un impacto reducido en el medio ambiente y que, además, nos permita mejorar la salubridad de nuestros hogares.
Factores que convierten a una vivienda en sostenible
Una vivienda sostenible debe construirse respetando la existencia de las zonas naturales próximas o cualquier otro elemento que albergue flora y fauna.
Además, debe estar construida con materiales que respeten el medio ambiente y que hayan sido diseñados teniendo en cuenta el clima del lugar. Debe estar perfectamente aislada térmicamente y ser capaz de aprovechar las fuentes de energía renovables. Y contar con instalaciones correctamente dimensionadas, y que sigan las recomendaciones existentes sobre eficiencia energética.
Normativas y novedades
Desde el año 2007, en España, son de aplicación disposiciones legislativas que establecen mayores exigencias energéticas. Podemos hablar del Código Técnico de la Edificación, que establece unas mínimas exigencias en materia de aislamiento, iluminación, instalaciones de energía solar, térmica y fotovoltaica con el objetivo de reducir el consumo de energía de los edificios, y para que una parte de este consumo proceda de fuentes renovables.
Mientras que la Certificación de Eficiencia Energética de Edificios es importante porque, según el IDAE, a cada edificio se le asigna una calificación energética en función de la calidad de sus instalaciones de consumo de energía, y de sus características constructivas, que afectan a la demanda energética.
Viviendas sostenibles en España, mucho que hacer
La mayoría del parque edificatorio es antiguo y necesita una rehabilitación energética, ya que cuando se construyeron los edificios no tenían que cumplir con un nivel mínimo de aislamiento térmico, ni de eficiencia energética de sus instalaciones ni una contribución mínima de energías renovables.
Es lo que especifica el Instituto Catalán de Energía, que además aboga por ofrecer información a los usuarios en relación al estado de su vivienda a través de un informe de gasto energético, que permite entender de forma sencilla cuánto podría disminuir su gasto energético y económico.
Nuestro parque inmobiliario se edificó sin criterios sostenibles. Hoy en día casi todas las promociones de obra nueva se construyen con criterios de eficiencia energética y de cuidado del medio, por lo que la idea de construcción sin sostenibilidad no se concibe.
En el mercado de segunda mano, tenemos viviendas que precisan cambios, reformas y actualizaciones para adaptarse a los criterios mínimos de sostenibilidad. Con el tiempo veremos muchas propiedades en proceso de adaptación. Este cambio hará que estas viviendas incorporen factores de eficiencia y sostenibilidad como la incorporación de electrodomésticos de bajo consumo, luminarias leeds o de bajo consumo, reciclaje de basuras, uso de ventanas con aislamiento de factor solar, uso de energías renovables, etc.
Finalmente, en España aún tenemos mucho por hacer. De hecho, un 90% del parque de viviendas fue levantado con anterioridad a la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación, con lo cual arrastran muchas carencias que debemos subsanar. En este sentido, SIRA ha iniciado la formación de los Agentes Inmobiliarios en España con la Designación Green de la NAR, con el objetivo de que los agentes ayuden a sus clientes en la mejora de la eficiencia energética de sus hogares.
